Pero ese no es el caso de Maison Michel, la emblemática casa sombrerera. Nacida en 1936 de la mano de Auguste Michel, la compañía rescató las antiguas máquinas de cores Weissmanns para emplmar las piezas de sus enormes sombreros sin que se vieran las costuras. Pierre Cardin e Yves Saint Laurent no dudaron en aquella época, corrían los últimos años de la década de los 60, en incorporar sus creaciones a sus desfiles.
Ellos fueron los primeros en atreverse, pero ya en los 80 Michel firmaba los sombreros de los desfiles de Christina Lacroix, Nina Ricci, Givenchy o Chanel. Ésta última compró la compañía en 1996.
El proceso de construcción de cualquiera de sus modelos es completamente manual, desde el recorte de las piezas, hasta el ensamblaje y la decoración. Una verdadera obra de ingeniería artesanal.
Desde 2006 la compañía cuenta con una línea de sombrero prêt-à-porter creada por Laetitia Crahay, directora creativa de la parte de accesorios de Chanel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario